Llega el frío y con él la soledad del invierno. Todo está desierto, los pájaros ya no cantan, las hojas se mudaron al suelo, y yo me encuentro en casa sin poder poner un pie en la calle.
Cada día tiene algo nuevo, algo especial.
Estoy sola, hoy, mañana tal vez ya no, y pasado puede que sí.
Las gotas caen, los copos también, todo está blanco, pero el cielo está gris, está gris porque le falta tu sonrisa, esa sonrisa que brilla más que el sol, que es incomparable a cualquier estrella por muy cerca que esté.
Faltas tú, te has ido y no volverás, pero yo siempre estaré aquí esperándote, guardándote en un cachito de mi corazón.