Personas así no tienen precio, están en extinción y quien las posee es el más afortunado del mundo.
Daría todo lo que fuera por encontrar una persona así, que su amistad sea verdadera, que me diga lo que le molesta acabando con un abrazo y un "yo te quiero igual".
Segura estoy de que el 60% de mis penas iban a desaparecer.