martes, 25 de junio de 2013

Amor escondido, amor muerto.

Tristeza. Tristeza y tristeza. Tres tristes tigres y no me acuerdo o no quiero acordarme de más. Puñaladas traperas, a la espalda, invisibles, a pecho abierto. Lágrimas ardiendo a treinta grados bajo cero. Papeles arrugados, entachonados, envuelven la habitación. Una pequeña flor en algún rincón de las polvorientas estanterías. Brillo en el fondo del cuaderno al que arrancaron sus hojas. Trenzas en el pelo con ánimo de no separar nunca sus mechones. Pestañas arrancadas para tener una pizca de esperanza al pedir docenas de deseos. Una pistola y una caja de pastillas en el suelo. Dos cuerpos desnudos, abrazados, en una esquina doblados. En la cabeza de ella una bala. Y en la de él... En la de él solo estaba ella.