lunes, 5 de noviembre de 2012

Las apariencias engañan.

Se encontraba sola en medio de la nada, había un vacío donde sólo se podía apreciar el sonido del viento chocar con las hojas de los árboles. Estaba inmóvil, sentada en un banco, y de vez en cuando pasaban personas agarradas de la mano, paseando. Se mostraban todo el amor posible, reían, se abrazaban. Ella los observaba, desde el banco. Todo el que pasaba la miraba, poniendo caras extrañas por verla ahí sola, pero lo que ellos no sabían es que su novio la pegaba, sufrió violencia de género, sufre un trastorno psicológico y teme hablar con la gente. Y así cientos de casos más, las apariencias engañan.

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